Este año hemos tenido suerte y han tocado vacaciones internacionales. El destino ha sido Grecia y la verdad es que hemos pasado unos días memorables en un pais que nos ha sorprendido por sus gentes, su historia y sus similitudes con el nuestro.
En una primera etapa alquilamos un coche para desplazarnos por la peninsula del Peloponeso y la parte inferior de la Grecia continental. Durante una semana nos fuimos adecuando al ritmo que nos imponían las condiciones climatológicas y aprendimos a pasar nuestro días visitando los conjuntos arqueologicos a primera hora (después de casi morir insolados en Corintia), viajando con el aire acondicionado a tope y pasando las horas centrales del día en alguna playa.
Así disfrutamos del Canal de Corintio, impresionante obra de ingenieria. Paseamos por las cautivadoras calles de Nauplio, pequeña y coqueta ciudad costera. Nos metimos en la piel de los primeros atletas en la antigua Olimpia. Comprendimos la cultura y el modo de vida de las antiguas civilizaciones que poblaron la ciudad de Delfos. Nos maravillamos con los monasterios construidos sobre el conglomerado de Meteora. Y terminamos nuestra ruta en la ciudad de Atenas, cuna de la sociedad que conocemos en nuestro días, en ella se creo la democracia, la filosofía se cultivo el placer y el gusto por el buen vivir. Visitar la Acropolis, el Agora o el Templo de Zeus te da una idea de la capacidad que tuvo este pueblo para desarrollarse de forma superior al resto de Europa muchos siglos antes.
Durante estos días también disfrutamos de placeres mas mundanos y no dejamos de probar la mousaka, el Tzatziki, el slouvaki, buenos pescados y mariscos y toda la gama de cervezas que nos ofrecian para refrescarnos: Mythos, Zeos, Aris… Aprovechamos para bañarnos hasta en tres mares!, conversamos alegremente sobre nuestro pais y el suyo con las gentes que allí viven, gentes mas cercana a nosotros de los que nos podamos imaginar, y al final llegamos a una conclusión de todo lo visto, leido y escuchado: Grecia merece una trato mejor que el que se le está dando, merece respeto, ayuda y compresión para salir de una situación grave e incomoda de la que seguramente no es del todo culpable, y sobre todo debemos pensar en lo que todo ellos nos han dado en otras épocas, la historia lo demuestra.