Después de algunos intentos frustrados por el tiempo, los compromisos y algunas cosillas, este fin de semana nos dejamos caer por Albarracín para disfrutar de la escalada de bloque en el entorno de los Pinares de Ródeno. Por lo visto se trata de una escuela de renombre internacional para los fanáticos, y en verdad no nos ha defraudado. El enclave privilegíado, las magníficas instalaciones del camping en el que nos alojamos, el buen rollo que se respira en esta disciplina, la relativa cercanía respecto a Zaragoza entre otras cosas han hecho que ya nos estemos planteando el retorno en fechas próximas, y seguro que la próxima vez vamos con refuerzos.
Esto respecto a la escalada en si. Lo mejor, el cachondeo que llevamos todo el fin de semana, guau guau. Convivir con Abel e Iñaky en tan buena armonia hizo que al volver, no sabía si me dolían mas los brazos de apretar en los bloques o las abdominales de tanto reirme. Bueno, en realidad lo que mas me dolían eran los dedos: un sufrimiento.
Para saber donde estuvimos y lo que hicimos, lo mejor, la piada de Iñaky que lo explica muy bien. Yo dejo un porrón de fotos que el bloque es super estético. Pronto volvemos por allí, antes de que llegue el calor. Apuntarse!!!

