Aprovechando que el mes de Julio no trabajo los viernes por la tarde, cogemos el coche a las 3 de la tarde en plena ola de calor y sin aire acondicionado para el refugio de Bujaruelo. Quién dijo miedo?
Con los mochilones Jorge, Aster y yo (Rasmia team) subimos a pasar la noche mirando las estrellas. La subida se hace bastante dura por el calor que hace, y descartamos la idea original de hacer noche en la Brecha de Rolando y nos quedamos a dormir en un vivac en el Puerto de Bujaruelo. Nos juntamos los tres en un ovillico y a disfrutar de la noche.
Al día siguiente, nos levantamos con el alba y hacemos una subida rápida donde nos sorprende el paquetón de nieve…en pleno mes de julio!! Sin duda el que más difrutó en esta subida fue Aster, que bajaba las palas de nieve como si fuera en trineo, disfrutando de cada ruido que oía, cada olor que apreciaba, cada rio que bebía… Una nueva experiencia que volveremos a repetir pronto.
Al final, en un exceso, culminamos el día celebrando el cumpleaños de Joaquín en Zaragoza. De la mejor manera posible… con buenos amigos.