En Atenas nos juntamos con Abel y Ana antes de empezar nuestro periplo por la islas Griegas. En ferry nos desplazamos hasta nuestro primer destino: Santorini. La verdad es que es una isla muy turística llena de gente por todos sitios. Está completamente orientada al turismo, y lo explotan al máximo por cualquier sitio que te muevas. Así que no pudimos hacer otra cosa que darnos a la buena vida: comer bien, beber bien, buenas playas, beber bien, visitas turísitcas a Oia y Thira, beber bien, marcha ibicenca, beber bien, paseos con motos de alquiler, beber bien, un dia entero bajo las hamacas en la playa, beber bien…
Fueron tres días muy tranquilos y divertidos, todo el día entre kolondrokos y efaristos. La isla es muy bonita, pero a mi no me lleno completamente el ambiente que allí se respiraba. Demasiada gente y demasiado consumismo… casi excesivo.