A la vuelta de las vacaciones recibimos un whatsapp de Patri: hay una oferta, nos quedan pocas horas para reservar una sidrería en su tierra. Nos ofrece combinarlo con escalada en Ogoño y al día siguiente algo de deportiva sobre la marcha… Reservamos sin lugar a dudas
La escalada en Ogoño no nos defraudó. Como se nos hizo un poco tarde, nos decantamos por escalar la vía Maillue (martillo), tres largos de 6a, V y V. El segundo largo de V, si lo comparas con el tercero, bien podría graduarse como V+, pero como los vascos son gente recia…si ellos dicen que V, pues V se queda.. Jorge y yo formamos una cordada e Iñaki y Mónica formaron otra.
Las vistas impresionantes, la calidad de la roca buena en general excepto algún pasito en el segundo largo un poco lavadote.
Desde la cima, vemos la playita del cabo de Ogoño y decidimos bajarnos a esperar a Juan y Patri, echarnos la merecida cerveza y por qué no un bañito (esto último solo lo disfrutaron Jorge e Iñaki) el resto no tuvimos valor.
A la tarde, ponemos rumbo a Muskiz a por la suculenta cena que a ritmo de Toxtx y chuletón nos hizo irnos a la cama contentos y con la tripa llena (no dejamos ni las migajas)
El domingo, tranquilamente ponemos rumbo a Vadegovía al sector “Chorreras” donde algunos se llevaron los encadenes de la tarde. Enhorabuena chicos!!!
Un fin de semana, que una vez al año no hace malo.