Una semana de vacaciones ha dado para mucho; tanto que imposible concentrarlo todo en un post. Así que lo recordaremos por partes.
La primera y una de las mejores (por las ganas que teníamos de hacerlo) fue la subida al Puro de Riglos. Esta vez ni el nombre de Francisco Franco me acongojó. Por la normal al Puro, subimos dos cordadas, Iñaki, el agüelo, y Alex, y la otra por nosotros. Por la Norte del Puro, subían David y Ana.
El primer largo ya me lo conocía, pero aún así hablando con Iñaki me convenció que era mucho mejor elegir los largos pares, jeje! Asi que le dejo a Jorge los impares, no hubo necesidad ni de tirar los palitos.
Poco a poco vamos llegando al collado, y casi sin sufrimiento. Qué ha cambiado de la otra vez que lo intentamos?
Ya no queda nada, últimos dos largos y la cima del puro será nuestra. El patio acojona y las ganas de llegar hacen que los nervios afloren. En la última «R» se me enredan las cuerdas, ya están todos arriba y me falta tan poquito…bufidos, resoplidos y las cuerdas listas. Subo como si se me fuera la vida en ello, Siiiiiiiiii!!!!!! Estoy arriba, por fin! Me tiemblan las piernas, casi no me puedo ni poner en pie, pero Siiiiiii!!!! estamos en la cima!! El «Ramia team» lo ha conseguido.
La bajada prevista en varios rápeles de 60, resultó un poco rara. Ya que se alternó con un rapel de 40 y encima volao! lo que me costó salir del lío.
Objetivo conseguido y eso que las vacaciones no han hecho mas que empezar. Yujuuu!
