Este fin de semana queríamos aprovechar una última incursión en la roca, antes de irnos para las Indias. Después de haber probado en los mayos pequeños, Jorge quería dar un paso mas, el Pisón.
El viernes nos fuimos a última hora para Riglos, inspeccionamos la zona que al día siguiente nos ibamos a lanzar; miramos fotos, vimos los rapeles, nos repartimos los largos..Todo tenía buena pinta, así que nos fuimos a dormir a la furgo.
A las 6 A.M suena el despertador; le digo a Jorge que espere un poco, que aun no ha amanecido. Un par de vueltas mas y para arriba. A las 7 estamos en pie de vía.
Empiezo yo; el primer largo fácil, llego con decisión a la primera reunión con argollas amarillas, sube Jorge. Ahora a él le toca el largo mas dificil con la panza del cansado y la del pijo. Un poco de esfuerzo en la segunda, que si la acero, que si me pongo la pedaleta, para al final sacarla en libre.
En el tercer largo la empiezo a liar. Me voy a la derecha y monto reunión en otra vía. Sube Jorge y se rie de mi porque a la izquierda, esta la mia (argollas amarillas) y otras mas. Pero yo, en cuanto he visto una reunión allá que me reuno.
El cuarto largo, toca la panza del cabrón, que se pasa sin problemas en travesia a la izquierda.
Jorge me dice que podemos empalmar quinto y sexto largo, que me toca a mi y es muy fácil. El primer largo sin problemas, veo un clavo con argolla, me voy a la izquierda, veo una reunion sin argollas amarillas, «reculo», me voy a la derecha, reunion amarila, sigo, un clavo mega viejo y oxidado, lo chapo, no veo nada, llego a una encina, nada, me acojono pero bien. Le digo a Jorge que por aqui ni de broma, me dice que monte reunión y sube él a mirar. Se fia de mi y se va a la derecha. Chapa clavo, cinta en la encina, metros y metros sin nada. Los nervios nos pueden, yo de nuevo rezando, Jorge agarrandose donde podía. Le digo que baje, que destrepe hasta la encima y pensamos. Por fin encuentra un rapel de descenso en una encina, subo; rapelamos sin saber muy bien dónde…y voilà!!! lo encontramos, un rapel de verdad! Lo bajamos; nuestras caras son de alegria, no importa que nos queden los rapeles volados, lo importante es que tenemos el camino, que lo hemos encontrado y nosotros solos nos hemos apañado.
Una pequeña recompensa antes del rapel volado hacen que nuestra cara irradie mas felicidad. Pero cuando empiezo a bajar el volado…uuuhhh esto no me lo esperaba! Adrenalina a tope!
Pedazo de día..y ahora corriendo de cumpleaños; no se cuanto aguantaremos, pero hay que darlo todo!
Esto es adicción, la mejor de todas ellas, la que mas beneficios aporta con poquito de dedicación. Lo das todo, aumenta el grado de compañerismo, de amor, de amistad, de nervios….Quiero seguir viendo esas imagenes desde mi retina, disfrutar esos momentos únicos que solo te da la montaña.
Gracias por estar ahí cuando me vencen los nervios, cuando me sonries y me das fuerza…
