No quería acabar los 32 sin un objetivo cumplido, la subida al Puro de Riglos. Así, que vista la ventana de buen tiempo para el fin de semana, le propongo a Jorge subir a Riglos. Eso si, antes teníamos una celebración.
Así pues, el domingo con un merecido dolor de cabeza subimos para Riglos.
De camino en el coche voy leyendo la reseña de la guia de Riglos. Que si antiguamente antes de llamarse el Puro le llamaron el Pico Francisco Franco, que si los jovenes falangistas..madre miaaaa! Dónde me quiero meter! y encima sombra!
Llegamos a pie de via y nos encontramos unos franceses que «ni p. idea de abanicar»…nos toca esperar un buen rato. Vaya primer largo! cómo se las trae; no me extraña el sufrimiento francés. No siento las manos, no siento los pies. Se me han puesto los antebrazos que ni dos vueltas seguidas al panel.
No me veo capacitada para seguir..así que muy a mi pesar y el de Jorge bajamos.
Y ahora que? mosquitos? currucuclillo? el colorao? En un spring llegamos al colorao sudando. La cara de Jorge lo decía todo: «de otra vía no nos bajamos». Empiezo yo; no tengo ni idea de dónde me he metido, pero tengo que sacarlo como sea.. Unos franceses, que si la anorexia, la ultravox…ni p.idea: «colorin colorao»
Uff esta panza, ufff miro para abajo, ufff Jorge no sonrie, ufff tengo que subir como sea. Saco el estribo pim pam pum… estoy en la R!! Toma 6a por su sitio! y de riglos! (lo que hace el sol). Dos largos mas y estamos arriba.
Como nos quedamos con ganas de mas, nos lanzamos a la de al lado, Ultravox. Hay que darse prisa si no queremos que nos pille el marrón. En hora y media estamos de vuelta, con un segundo largo picante, pero bien protegido, que como no me volvió a tocar a mi.
Aqui dejo una foto, sacada del bar de riglos del mallo colorao. Porque anda que no hay nuevas vias allí metidas!
Destrozados reptamos hasta el coche, cambiando la cerveza por un madonals. No se si sería la resaca, Francisco Franco, el frio, el sol o qué, pero a las nueve y media estabamos en la cama…;)