De nuevo tengo que volver al consultar el blog para saber de que fue lo útlimo que os hablé. De nuevo vuelvo a dejar escapar sonrisas al leer mis palabras y un nudo en el estomago me recuerda los buenos y malos momentos que he tenido que pasar este año. Sin duda un año intenso. Sin duda un año diferente… un poco de música para animar el asunto.
Y parece que fue ayer cuando escribía mis ultimas líneas, y sin darse cuenta han pasado 4 meses. Desde luego estos meses han sido menos «intensos» que la primera parte del año, y es que la cada vez mas prominente barriga de Vanesa nos ha hecho ir bajando el ritmo de vida y las cosas que podemos hacer. También el tiempo invita a descansar y relajarse un poco. El verano da un respiro y decidimos tomarnos un merecido descanso, así alternamos fines de semana en la obra con salidas a la playa y la montaña de una forma mas equilibrada.
Para empezar, a finales de julio, decidimos ir en busca de un camping «salvaje» para que por fin Arturo y Raquel puedan estrenar su tienda de campaña. Como siempre, pasamos un fin de semana con muy buen ambiente, un monton de risas y una buena ración de vino. Queríamos haber subido al Petrechema pero el embarazo de Vanesa puso las reglas, y al no encontrarse cómoda en la subida decidimos darnos media vuelta y pegarnos un buen baño en uns pozas a las que habíamos echado el ojo. La tranquilidad paso a ser el denominador común del finde semana y así lo disfrutamos. Nos reservamos la cima para el año que viene. Sería un buen inicio para nuestro pequeño.
Yo cada vez me encuentro mejor del brazo, no me molesta para correr, así que fijo objetivos en este área y encuentro motivación para empezar a darle duro. La obra parece bastante controlada y realmente se mueve ya mas por aportación de capital que por necesidad de ir avanzando. Es decir, cuando hay dinero vamos haciendo cosas, pero parece ya bastante seguro que acabaremos a tiempo!!
En verano decidimos ir a pasar unos días al paraiso: Ordesa. Se viene con nosotros Jorge, que este año se había quedado sin vacaciones por problemas familiares, y que desde luego se había ganado esto de sobrás con la ayuda que nos ha prestado. Por allí paseamos, comemos, reimos y nos permitimos un capricho. Torla – Faja de las flores – Torla, con intención de volver para comer. Vane, nos vendrá a recoger a las praderas pues ya no está para estos trotes. Jorge se porto como un campeón e hicimos toda la actividad en menos de 8 horas. Para completar la salida nos juntamos con Tono e Iñaky y nos fuimos a escalar la aguja del portalet, vía que ya habíamos realizado pero que sirvió para que Jorge realizará su primera escalada en cordada autonoma, vamos el y yo mano a mano, pero en esta ocasión abrí yo todos los largos. La próxima que hagamos tendremos que sacar palitos 😉 Y después de la escalada toca preparar una de las clásicas del verano. Subida a Peña Oroel con alojamiento en Villa Tono «un paraiso del placer y la -dulce- perversión», como siempre seguimos las indicaciones del guru de la alimentación. Al día siguiente, mono de trabajo y al tajo. Buenas sensaciones y aprentando un poco los cronos, unos mas que otros.
Después unos días a la playa. Descanso, mucho y merecido descanso aunque el tiempo no acompañe. Aprovechamos para hacer una sesión de fotos a Fernando, ellos también esperaban un pequeño entonces, estaban rebosantes de felicidad y nosotros disfrutamos un montón haciendo estos trabajos. Deberíamos de pensar un poco mas en esto. Ahora el pequeño ya está aquí y se llama Alejandro. En estos días, pasando tanto tiempo entre embarazos, decidimos una cosa muy importante, el nombre de nuestro hijo: se llamará Ion. A partir de ahora seremos Jor, Vane e Ion… y Aster claro. No lo olvidéis.
Al volver de vacaciones toca empezar con fuerza en el trabajo y en la obra, vamos avanzando en ambas cosas y ya se empieza a ver el final. Y además está quedando genial. Uno de esos días potentes, me proponen ir a escalar con dos buenos amigos una vía a la que le tenía ganas: diedro Sajuma. Menudo caramelo como para dejarlo escapar. Allí fuimos y allí penamos. No he entrenado apenas y las dos veces que he bajado al panel las sensaciones no han sido buenas. Por suerte la buena compañia y el pedazo de día que hizo compensaron un poco el sufrimiento. No veas tu!! hasta me tocó abrir largos, estos titanes no perdonan y no me sirvió de nada la táctica del «compy guay».
Y en septiembre una fecha marcada en rojo. El 28 había decidido correr la maraton de Zaragoza. Mi primera maraton. No pude dedicarle todo el tiempo que me hubiese gustado así que no me marque objetivos muy ambiciosos, quería agarrarme como fuera a la liebre de 3:30. Y allí estuvimos corriendo hasta que el famoso «Tio del mazo» vino a verme. Y cuando viene, viene de verdad. En mi caso en el 38,5. Es duro pero es una sensación que me gustó, no en ese mismo momento, claro. Se trata de pasear por tus límites y creo que el asomarme a los ellos me ha hecho mas fuerte. Quiero estar allí de nuevo, sin duda.
Hay mas cosas en el tintero, pero vamos a intentar ponernos al día poco a poco ahora que tenemos un poquito mas de tiempo. Volver pronto, tendremos mas!
A ver si te animas a escribir más!!!! Enhorabuena por todo y hasta la vista alpinistaaaa
Enhorabuena por todo máquinas que poco os queda yaaa!!!