Esta es la historia de tres pirados y medio que deciden irse a Pedrola en tren y volver por el canal imperial de Aragón. Tres que deciden volver corriendo y el medio, que soy yo, que decido ir en bici y llevarles al avituallamiento móvil: agua, isostar, acuarius, hacendarius, geles, pilarcillas, gominolas, chocolate, toalla y ropa de cambio…no es por nada, pero así llevo la espalda hoy lunes!
Después de un buen desayuno, y cada uno a sus quehaceres (dormir, entrenar, currar..) quedamos en la estación de delicias a las 12.30 horas. A las 13.30 ya en Pedrola, empieza la fiesta!
El camino muy recomendable, todo el rato por el camino-sendero que discurre por la margen izquierda del canal. Quizás excesivo calor, pues pocos son los trozos de sombra pero esta perfectamente adaptado para correr o ir en bici…
Los chicos demostraron, una vez mas, que están mas fuertes que el vinagre…y aunque en el kilómetro 36, nuestro benjabutton preferido, decidió dejar de correr, llegaron mas que dignos a la estatua de nuestro querido Mauricio.
A la noche, derroche de grasa de la mano de la querida hamburguesa, los adorables huevos fritos con chorizo y el siempre amado entrecotte al roquefort…Además de postres y licores variados….
A ver cuando de una vez por todas empezáis a creer en vosotros!!!


Más retos como estos y me ingresan en el hospital con bombona de oxígeno!!!!