Esta vez llamamos a la excursión el “tratamiento antimazapán“ en un nutrido mail de convocatoria que no consiguio su objetivo. Seguro que algunos se arrepienten dentro de un par de semanas por los excesos cometidos. La verdad es que las cenas de empresa hicieron mella en los participantes y muchos se echaron atras por ello.
Al final decidimos subir para arriba Edu, Javi y Azucena, Vane y yo, además de Leo. Y después de mirar la meteo durante toda la semana no pudimos elegir mejor el día que el domingo. Un sol de verano nos acompaño desde primera hora y ninguna nube en el horizonte amenaza nuestros intereses, lo refuerzo viendo que ayer nevaba y hoy llueve durante todo el día. Quedamos a las 8 en Zaragoza, y entre unas cosas y otras no empezamos hasta las 11, un poquito tarde para estar en invierno. La excursión comienza en Nocito, antes de llegar cogemos una pista a mano derecha que pasa por un camping, y continuamos por ella hasta un poste indicativo de “Tozal de guara“ junto a un panel informativo. Podemos aparcar el coche en una pradera y comenzar a equiparnos. Entonces el termometro marcaba -7 grados, y eso que el de mi berlingo debe funcionar mal!!!
Con mucha alegría vamos para arriba por una pista apretando para calentarnos lo antes posible, pero pronto el primer obstaculo. El primer paso por rio complicado de cruzar!!. Lo bordeamos un poco mas abajo pensando que a la vuelta será imposible hacerlo por el mismo sitio… ya lo solucionaremos. Continuamos por la pista cruzando el rio unas 8 veces saltando por las piedras, hasta llegar a un poste que indica el desvio a mano derecha para continuar por una senda de subida, un fina capara de nieve cubre el camino y hace mas agradable el paseo.
Entre charradas que nos ponen al día, hablando de montaña, de juergas, de viajes llegamos al collado de Petreñales (2 h.), donde aprovechamos para comer algo y quitarnos ropa, ya que ahora pasaremos a la cara sur y el sol nos va a acompañar hasta la cima. Cogemos un desvio a la izquierda y continuamos por senda bien marcada en el que hay que tener cuidado con las placas de helo que se han formado para no tener un resbalón y pegarse una buena culada.
Así segumios a buen paso hasta salir a un raso llamado “de los hongos” donde un poste nos indica dos alternativas para llegar a cima. Con el buen consejo de Javi decidimos seguir por Abadejo y utilizar la pedriza para la bajada.
Apretamos el paso dandonos cuenta que vamos un poquito justos de tiempo al acortar tanto el día. Seguir al bombero se hace dificil en estas circustancias mas cuando la pendiente es potente! pero el ver la cima tan cerca te da energías para continuar. Las vistas seguro que nos recompensan.
Nos juntamos todos en la cima del “Tozal de Guara“ (4 h.) donde sopla una brisa suave, llevamos 1200m. de desnivel por lo que la ascensión ha sido interesante y las piernas ya lo notan. Dentro del vertice tenemos un libro de visitas en el que dejamos nuestro recuerdo. Aprovechamos para comer algo mas e hidratarnos con la bota de Cariñena!. Las vistas son espectaculares, al norte, por donde hemos subido, vemos todos los Pirineos con una claridad asombrosa, al suroeste la punta del Moncayo emerge entre la neblina dandole un aspecto espectral, al sur el valle si ninguna montaña que destaque en su silueta. Un mirador privilegiado, sin duda.
Pasamos muy poquito tiempo arriba, ya que son las 15:00 y nos preocupa tener que cruzar el rio de noche. Así que ponemos el turbo cuando bajamos por la pedriza, y descendemos 400 metros en 15 minutos! Continuamos a toda pastilla por el mismo camino de subida, y seguimos con animada coversación sobre Peru, el Moncayo, los 14 tresmiles y lo fría que debe estar al gua del rio.
La bajada se lleva mucho mejor, pero algún repecho del camino nos hace darnos cuenta que las piernas llevan bastante tralla encima. Al final volvemos a los pasos sobre el rio, donde el agua ya empieza a helarse, y alguna piedra helada y traicionera hace que metamos el pie en el agua.
Al final el paso por el rio. Despues de ver quebrar el hielo con el peso de Azucena y mojarse bastante, decidimos descalzarnos y pasar con los calcetines metiendo las patitas. Muy duro! Las piedras se quedan pegadas a la tela como cuando sacas un hielo del congelador. Las furgonetas están muy cerca y en seguida nos secamos y abrigamos de nuevo, ya con la noche encima. (6 h.)
Una excursión muy recomendable algo mas dura de lo que pensabamos. Quiza nosotros la endurecimos porque ibamos justos de tiempo, pero las vistas en la cima compensan de sobra el esfuerzo realizado. El grupo magnífico y muy equilibrado, esperemos repetir muchas veces.