Para esta ocasión volvemos a proponeros una canción, de esas que te sobrecogen, que te arrugan el corazón y que te inundan de melancolía. Servirá de contrapunto a las coas que os tenemos que contar pues son todo lo contrario.
Estos últimos meses hemos tenido que ir preparándonos para la llegada de nuestro hijo, así que hemos aprovechado para hacer una de las cosas que mas nos gustan: viajar. Hacemos una escapada a Cordoba usando el AVE y alojandonos en un centrico hotel. Sin duda esta ciudad merece una visita y hacerlo de esta forma es realmente cómodo si viajas desde Zaragoza. Nos hemos dado cuenta que no queremos dejar de hacer esto, aunque ahora lo tengamos que hacer de forma diferente. La ciudad es pequeña y cómoda para desplazarse andando de un sitio a otro. En ella se respira un aroma impregnado de historia, una mezcla de culturas superpuestas a lo largo de los siglos que reflejan la destreza de los distintos artesanos que la poblaron. Un placer para lo sentidos con delicias gastrónomicas que probar, aromas de especias lejanas que disfrutar y joyas arquitectónicas que contemplar. Sin duda lo recomendamos para una escapada de fin de semana.
También pude aprovechar para escalar, la que seguramente sea mi última tapia en algún tiempo. La vía «Valle de Canfranc» de los sendero límite, una nueva obra de estos artistas que vuelven a crear una línea coherente y entretenida en una pared poco frecuentada. El trazado es sencillo y bien protegido, aunque alguno de los V+ que pone en la reseña pica pero bien!!. Pero mas que de la vía, me gustaría hablar de la compañía. Dado que Vane no puede escalar por razones evidentes, me junto con Tono e Ignacio Molpeceres, padre e hijo, en la que es una de las primeras tapias de gran tirada para el pequeño. Da gusto ver escalar a un chaval de pocas palabras y pocos centimetros, sin quejas y sin ayudas en todo el día. Pasando sobrado y sin tener claro cuales son sus sensaciones. Su forma de bajar en el camino de descenso, sin duda, me delató como se sentía. De Tono todo lo que dijerá sería poco, pero me encanto su forma de comunicarse con el, mas con gestos que con palabras, con firmeza y exigencia. Estas cosas empiezan a importarme y este es un buen espejo en el que fijarse. Espero que podamos repetir pronto.
Y a final de año repetimos en una de las clásicas: Behobia -San Sebastian. De nuevo acogidos por la generosidad de Ciaran y Ana, que son unos anfitriones mas que mejor que rebuenos. Paseamos por la bella San Sebastian, disfrutamos de sus tapas y jugamos amenamente con Ines y su tablet. Solo empañó el fin de semana un pequeño susto médico que nos dió Ciaran y del que ya se ha recuperado, pero que no le dejo estar presente en el tradicional chuletón, snif snif. La carrera volvió a ser una fiesta y la organización se volcó en su 50 aniversario. Sin duda este también es un espejo en el que fijarse a la hora de hacer las cosas… si lo que te interesa es organizar una carrera, claro.
Entretanto matamos el tiempo con algunos entrenamientos por montaña con el nuevo grupo del club que se está formando. Esto promete pero os lo contaremos con calma mas adelante. Sin duda un actividad que permite relajar y soltar un poco la tensión vibrante que se nos avecina. Y con ellos aprovechamos para correr la ¿última carrera del año?, De nuevo la Mularroya en La Almunia. Esta vez el recorrido largo que me dejo mucho mejor sabor de boca que el corto, y en le que las sensaciones fueron excelentes.
Y al final ocurrió lo que tenía que ocurrir. Nuestro pequeño Ion vino al mundo para cambiar definitivamente nuestra vida. Nos ha llenado de alegría y nos está enseñando a ser unas personas diferentes. No dejamos de pensar en volver a encauzar nuestras vidas para poder compartir con el las cosas que tanto nos gustan. Enseñarle lo bonito que es este mundo, guiarle en lo que necesite y explorar sin límites para que pueda encontrar la respuesta a sus inquietudes.
Sin duda, las cosas van a cambiar. Seguro que a mejor. Ya os iremos contando.