Escalada en Arnedillo

El jueves Juan nos convenció para ir a conocer «su pueblo». Así que el sábado, sin madrugar en exceso nos fuimos para allí.

A medida que nos acercabamos hacia tierras riojanas, la nube era mayor, pero por arte de magia, al desviarnos hacia Calahorra, ni una sola nube.

las chicas

La escalada estuvo genial, con un maestro como Juan, no había que temer y nos lanzamos Jor y yo a hacer 6A y 6b….No me lo puedo ni creer. Eso si, en el 6b tuvo que subir el a encadenarla pues sino nuestras cintas se quedaban ahi perdidas.

la fieraII

Luego vuelta por el pueblo a ver las termas naturales (impresionante). Quedó pendiente una nueva visita para bañarnos en las termas, encadenar ese 6b, alguno que otro mas… y un vinico que nos deben 😉 (apuntado)

Fin de semana sorprendente en Huesca 2ª parte

El domingo nos levantamos no demasiado pronto por lo sonidos que generan nuestras pequeñas sobrinas. Ya habíamos acordado que subiríamos a hacer una excursión por los mallos de Riglos, fiandonos de la predicción de lameteoqueviene, y con el chubasquero en la mochila por si acaso.
Llegamos sobre las 11:00 y la con algún chispeo por la carretera, pero cuando nos bajamos del coche la sensación térmica es buena, y a mi ya se me empieza a dibujar una sonrisa en la cara, por lo que decido coger las cuerdas y el equipo. Si no podemos escalar, por lo menos haremos la excursión con peso para entrenar. Nos dirijimos a lo alto del pueblo y salimos por la pista que lleva a los mallos pequeños, siguiendo las marcas rojas y blancas del gr1 y postes indicativos. Posteriormente se siguen unas marcas azules pintadas sobre las piedras.

08_equipo riglos

El equipo en esta ocasión es de lo mas variopinto, Ana(8), Alba(8), Ale(5), Belen, Chevís, vane y yo, pero con el entusiasmo y vitalidad de las peques la excursión se hace de lo mas entretenida. Cuando llevamos 50 min. encontramos un mojón en el camino que marca la entrada al mallo colorado, aqui decidimos separarnos y nosotros nos aventuramos hacia nuestra primera escalada seria en Riglos.
Buscamos el pie de vía esperando encontrar alguna marca de entrada como en Morata, pero aqui es todo mas salvaje y aventurero. Por la orientación de nuestra reseña, y con alguna duda en el primer largo decidimos iniciar la ruta normal de ascensión a este mallo, “Anorexia“, sin estar del todo seguros de que vamos por buen camino.

09_ape de via

Tiro yo primero un largo de unos 40m. en los que solo se complica en una panza pasada la segunda  chapa. Las sensaciones son buenas, la roca tiene una adherencia buenisima, y es un placer encontrar resaltes para los pies por todos los sitios que te ayudan a progresar facilmente. Me siento fuerte y respiro aliviado al llegar a la reunión y darme cuenta que solo me quedaba una cinta en el porta. Monto todo el tinglado y le pego el grito a Vane para que suba. Cuando llega hasta mi nos damos un beso y ella tira para arriba.

10_primer largo

12_parriba 2º largo

El segundo largo será de unos 30m. con las misma dificutad que el anterior. Tiene un resalte que se supera facil por su izquierda, pero conforme avanzamos para arriba nuestra confianza aumenta y cada vez la escalada se hace mas entretenida. Cuando me toca el turno subo como un torpedo porque he notado que chispeaba algo cuando estaba en la reunión. Esperemos que se aguante hasta que terminemos. La sonrisa de Vane es brutal cuando me encuentro con ella en reunión. Me la encuentro pegadita a las argollas con su daisy, cuando en la repisa en la que se encuentra se puede bailar un tango y nos echamos unas risas a su costa.

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Sin parar apenas tiro rápido para arriba el último largo. Facil con un repisa intermedia muy grande. La cuerda de 60 m. llega muy justa hasta arriba. Vane me llama, ¡pero por el móvil!, para avisarme cuando ya estoy montando la reunión…

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Arriba hace un frio de narices por que entra viento y lluvia por detras del mallo, así que el rapel que hacemos desde una argolla que hay en una sabina nos deja helados. Despues nos ponemos las botas y salimos zumbados para el coche ya mojandonos pero con una ilusión tremenda por haber completado nuestra primera vía en Riglos!!. Ya tenemos ganas de volver y repetir… esto en verano va a ser una gozada.

17_mallo colorao

Poncio Rockola y saber decir: “Esta vez no“

El sabado por la mañana todavía nos duraba la resaca de la magnifica velada que pasamos el día de nochevieja. La verdad es que nos cuesta mucho recuperarnos cuando nos quedamos hasta las 9:30 de la mañana y sin almorzar!. Así que sin madrugar y con algo de pereza nos encaminamos a Morata para poner en practica las enseñanazas del curso que hicimos en Montañeros de Aragón, y que tan interesante hizo para nosotros David Castillo.

El sol brilla con fuerza, y un maravilloso día despejado nos deja ver desde la carretera la nevada cumbre del Moncayo durante el viaje. Pronto iremos a hacerle una visita!. Ya en las pobladas paredes de Morata decidimos empezar con algo sencillo que nos permita practicar con comodidad. La vía elegida es la Canal de Riglos, un IV+ sin dificutad y con reuniones muy comodas, entiendo que el nombre se debe a los grandes bolos que la pueblan y que la hacen distinta de la placa que la rodea en todo el macizo de Alí.

canalderiglos

Cuando estamos en el segundo largo, sorpresivamente el sol se cubre totalmente y la apacible mañana se torna en un día frío y oscuro de invierno (lo normal en estas fechas, claro :). Bajamos con dos rapeles y nos encaminamos a la siguiente vía que teníamos pensado hacer: Poncio Rockola, un V en dos largos de placa. Aprovechamos para comer algo ya que son las 15:00, y con mucha pena por no haber madrugado mas decidimos que no queremos pasar frio y escalar de forma incomoda, así que nos dejamos esta vía para el próximo día. No pasa nada. En una hora en casa. Lo mismo debieron pensar los 12/14 coches que había cuando llegamos, pues solo quedaban 2.

Hace dos semanas estuvimos en el Perdiguero pasando un día genial. Esa excursión llevabamos mucho tiempo preparandola y teníamos claro el objetivo, nuestro primer 3000 invernal. Cuando estabamos metidos en harina el día nos acompaño, un sol esplendido. La planificación no fallo, salimos de noche y encontramos el camino sin dificultad. Sin embargo a las 13:00 estabamos a 2800 metros y aun nos quedaba bastante trecho hasta la cima. Algo no estaba saliendo como lo había pensado.

Me costo. Mis piernas funcionaban bien, no tenía frío, el grupo iba compacto… pero ibamos muy lento. El tener que abrir huella desde el principio y muchos trozos con nieve hasta la rodilla nos hacía ir muy lentos y eso que el Pinos parecía un quitanieves. Con tristeza decidimos que lo mejor era volver, ese día podríamos llegar a cima, pero la noche nos acompañaría en la bajada! Me costo mucho decir que no, aunque intentará que no se notase.

poncio_rocola

Siempre tenemos que aprender en la montaña con nuestras experiencias. Evaluar la situación para saber decir que no es una enseñanza dura, pero estoy seguro que es positiva. El próximo día que pase por Morata me voy a comer la pared, y seguro que Poncio Rockola sigue allí esperandome. El Perdiguero también espera, confío en que no tener que decirle de nuevo: “Esta vez no“