Y este año parece que va de carreras..después de la Osan Cross Mountain y de la media Zaragoza (de la que no tenemos escrito aun el post) nos volvemos a apuntar a la Boca del Infierno. No se muy bien porque me gusta tanto esta carrera si es por el nombre, que me encanta para una carrera, o por el recorrido, entre medio de un precioso bosque, o bien por el ambiente que hay, que este año nos hemos vuelto a apuntar.
Esta vez no dormimos en la furgo. Nos vamos a Jaca, al centro de maniobras para las carreras, osea la casa de Tono. Tampoco escalamos en Riglos, sino que volvemos a las agujas del Portalet. Esta vez, como la vía no es muy larga, me quedo con Aster paseando, mientras Jorge y Tono se meriendan la vía.
Tampoco comemos migas, sino una buena barbacoa, con bien de costillas, chorizo, longaniza y panceta (que no puede faltar en cualquier evento carrerístico). Un poco de fruta, y helado para bajar…
Al día siguiente, dejamos a Aster en el centro de maniobras-operaciones y nos vamos a la boooocaaaa del infiernoooo, jejeje! Los chicos se han apuntado al recorrido A (25km) que es el largo y yo al B (15km), que es mas corto y con menos desnivel, pero aun así ambos muy exigentes.
La carrera discurre prácticamente por un bosque con unos sube-bajas muy rápidos (sobre todo los bajas) hasta llegar a una pista que nos deja en la subida a la calzada romana que se hace muy dura y larga pues todo el rato nos da el sol. Y otra vez sube-baja, sube-baja…realmente divertida. Y encima batí mi marca con respecto a la anterior edición en 14 minutos: locuraaaa (2h51m). Yujuuu! Los chicos como siempre imbatibles: Tono se paso de las 3 horas por 42 segundos y Jorge en 3h 24minutos!
Eso si, como nota negativa de esta estupenda carrera, echamos en falta la botella de sidra de otros años que esta muy muy rica y el menú no apto para alérgicos…menos mal que cuando llegamos a casa me tomé unos huevos fritos con patatas fritas y bacon!!! Así si!