La semana pasada pudimos disfrutar de una ventana de buen tiempo para degustar los placeres del esqui de montaña: la costra, el hielo y las piedras.
A mitad de semana recibimos una propuesta para subir a probar la nieve nueva que había caido, hacer algo sencillito para evitar el riesgo 5 que habían pronosticado. La verdad es que en principio me echaba un poco para atrás, pero al conocer con quien se ibamos a subir no pude resistirme: David Malabarista desde Zaragoza conmigo, los cachorros (Churla y Manu) de Sendero límite que ya andaban por arriba, parte de la Meteo que viene (Marie Claude, Champi, Miguel Ángel y Jorge) y otros compañeros con los que apenas pude mantener conversación.
Al final la nuestra excursión consistio en subir al Pelopín abriendo una gruesa huella por la nueva pista que sube desde el parking del Cotefablo. Yo toda esta parte de la ascensión la hice charrando con los compañeros y se me paso muy rápido por lo entretenido que estuve. En la cima el tiempo justo para comer algo y hacer la transición. Yo no pierdo tiempo, que con la panda de maquinas con los que ando si me despisto un momento ya estoy retrasado. Después bajada de supervivencia hasta las cercanías del pueblo de Otal, las terrazas del terreno nos impidieron llegar hasta allí. Debo seguir aprendiendo a esquiar este tipo de nieves en las que no me desenvulevo nada bien. Y lo de rebozarme cada vez me gusta menos 🙁
Después subida hasta el collado donde nos separamos. Una parte continuan alargando con una nueva cima y otros decidimos volvernos ya para atender nuestras tareas por la tarde. Disfrutamos de unos pocos metros de nieve agradable hasta que llegamos a la costra que unicamente nos permite bajar por la huella que habiamos abierto a modo de montaña rusa en la que si te salías un poquito del camino te quedabas parado en seco con los esquis clavados. Muy duro!!
La verdad es que la excursión me resulto complicada y poco disfrutona. Menos mal que el conocer a gente tan agradable de la que puedes aprender constantemente compenso con creces las inclemencias de la montaña, espero poder repetir mas veces. Eso si, el tiempo fue excelente!!! no podía ser de otra manera con quien nos acompañaba 😉