Se suponía que esta actividad la iba a hacer solo Jorge y mi cabeza pensaba en posibles opciones que podía hacer yo el fin de semana. Una llamada del tato Fernando solicitando alojamiento en nuestra «mansion» hace que tenga que mover ficha y reordenar las fichas del puzzle: Aster se queda con Fer y Miri y nosotros a la cresta del Diablo (aysss que mal suena..)
El viernes estoy super nerviosa, no se muy bien que llevarme, que ponerme, controlar los pesos de la mochila para que no me destroce a la hora…nos buscamos un sitio alternativo para dormir el viernes y el sábado a las 9 ponemos rumbo a la Sarra y de alli a nuestro destino. La cosa empieza mal y me pongo una camiseta de Abel y me empieza a dar una alergia terrible al gato, casi no puedo ni respirar y las cuestas se me hacen interminables. Creo que Jorge se da cuenta de mi careto y se ofrece a cambiarme la camiseta..uff que alivio! Mi sensación era como si llevase un gato por bufanda.
Subimos tranquilamente al Refugio de Respomuso y de allí hacemos aproximacíon de una hora hasta un lago (aún nos quedaría otra hora hasta la base del Pico Canino, que es donde iniciariamos la cresta)
Aunque nuestro propósito es madrugar y levantarnos con el amanecer no es hasta casi las 8 cuando salimos del saco. Al final entre desayunos, recoger y esconder los sacos y aproximación, son las 10 de la mañana cuando nos ponemos casco y arnes. Vaya horas!
Pincho: De la escalada en si decir que nos dejamos llevar por una reseña bastante flojilla que en algunos puntos nos desoriento mas que ayudarnos. Gracias a la experiencia e intuición de Beto y Abel encontramos en todo momento alternativas positivas que nos permitían avanzar por buen camino pero tirando mas de «olfato» que de las indicaciones del papel.
Empezamos sueltos con mucha agilidad. Despues pasamos a ensamble a 30 metros. Luego pusimos los gatos y seguimos ya todo el rato a ensamble. Y acabamos tirando largos continuos cuando las dificultades se hicieron evidentes. Al final una embarcada sería, con un rappel rústico, un largo para arriba duro y expuesto, de nuevo un rappel de aventura para volver a entrar a la vía nos dejan tocados de cabeza.
Son las 5 de la tarde y aun nos queda subir al Pico Soulano. A nuestra izquierda vemos un escape y decidimos reorganizarnos. Todavía hace sol, pero aun nos queda por lo menos hora y media, mas una hora de los rapeles, mas otra hora y media al refugio, mas dos horas hasta el coche. Unas seis horas mas! Decidimos la opción mas acertada, que es bajarnos y volver buena parte del camino con luz, aunque la última hora la hicimos en oscuridad total y la noche a los Rasmias nos confunde un poco…
Pincho: He estado mirando reseñas y nadie enseña fotos ni muestra con claridad como resuelven la zona donde nosotros nos embarcamos, así que propondre la que para mi será la mejor solución, que es un flanqueo por el lado este de todo el tridente norte. Desde arriba vimos bastantes cordinos que lo permitirám, pero lo vimos despues!!
Mi opinión es que esta cresta es para ir bastante rodado, no como primera actividad de este tipo. Es expuesta, exigente y con compromiso. Volveremos a terminarla, pero con alguna mas fácil reciente para templar la cabeza antes de asaltarla de nuevo. Cuando volviera a pasar, iría mas tiempo desencordado y con mucha mas soltura en el manejo de las maniobras de cresta.
Vuelta en el coche contentos y satisfechos aunque destrozados, con imágenes de la cresta y su escalada cada vez que cerrabas los ojos.